Noticias
Entrevista a Patricia Errazuriz, ex apoderada Greenhouse School
ENTREVISTA A PATRICIA ERRÁZURIZ
Ex apoderada Greenhouse School – Familia Riesco Errázuriz
¿Porque eliges Greenhouse School para tus hijos, durante tantos años, y desde que empezó el colegio?
Cuando nos invitaron a una reunión para contarnos de un nuevo colegio que se iba a formar en Temuco, nosotros vivíamos en el campo, y teníamos ya 3 niños chicos, el mayor de 3 años. Mi marido y yo somos de Santiago, por lo que no estábamos vinculados como ex alumnos a ningún colegio aquí en Temuco. Lo que si teníamos claro era que queríamos un colegio católico, de excelencia académica y donde se enseñara el inglés. Ya, en la primera reunión, recuerdo que fue en el Centro Español, decidimos que era el colegio en el que queríamos educar a nuestros hijos. Desde el primer momento nos entusiasmó su proyecto educativo, que estaba basado en cuatro pilares: en la formación católica, la enseñanza del inglés, la excelencia académica y una amplia práctica deportiva. Nos dimos cuenta en ese momento, que este proyecto ofrecía más de lo que para nosotros era fundamental. Y, por otro lado, el colegio comenzaba con la asesoría del matrimonio de Gonzalo Vial y la Luchita Vial, nosotros teníamos referencia de ellos como sostenedores de un colegio de escasos recursos en Lo Barnechea, conocíamos parte de su obra, y nos daba plena confianza su labor como formadores. La verdad es que nunca dudamos que el Greenhouse era el colegio en el que queríamos educar a nuestros hijos.
¿Cómo influye lo que entrega el colegio en la formación de tus hijos?
Para nosotros, como familia católica, es muy importante la formación valórica y espiritual de nuestros hijos. Y encontramos en el colegio un apoyo muy importante en esta línea. Siempre encontré las puertas abiertas para colaborar en la formación de los chiquillos, desde sus inicios participé en las catequesis, formando niños en la primera comunión, y luego de confirmación. Durante muchos años también participé y coordiné la pastoral de padres del colegio. Creo que es muy importante el trabajo en conjunto de las familias y el colegio en esta línea. El hecho de que el colegio tenga la asesoría del movimiento de Schoenstatt, que haya un capellán, una capilla abierta con el Santísimo, misa una vez a la semana, vivencia del tiempo litúrgico, campañas solidarias, experiencias de oración y retiro, preparación para los sacramentos, todo eso es muy importante para nosotros como familia. La formación espiritual y valórica que entrega el colegio ha sido un gran apoyo porque en el colegio se enseña y se vive lo que también nosotros luchamos por enseñar y vivir en la casa.
¿Qué sientes ahora que todos tus 9 hijos han egresado de Greenhouse School?
Ha sido un momento muy emocionante pero también de sentimientos encontrados. Por un lado, siento una gran emoción y también una gran satisfacción de haber terminado una larga etapa en nuestra vida familiar. ¡30 años! Son 9 hijos que estudiaron desde pre Kinder algunos, desde Kinder otros, hasta cuarto medio en el Greenhouse. Y emociona ver que los hijos ya crecieron, se desarrollaron y cuentan con las herramientas necesarias para seguir su camino y sacar alas propias para volar por su cuenta. Y a cada uno le corresponde vivir su vida. Y, por otro lado, me da pena dejar el colegio, siento nostalgia, porque siempre sentimos al colegio como una gran familia, acogedora, donde siempre encontré las puertas abiertas para proponer y desarrollar iniciativas sobre todo en la formación de padres y alumnos que es un tema que me ha motivado mucho. Pero no es solamente eso, también en el colegio se dan espacios para pasarlo bien, para hacer amistades, como gozábamos organizando el show de los papás, en las alianzas, o en esos asados que organizaban los delegados para conocernos más o celebrar algo del curso. De verdad, fueron 30 años de nuestra vida familiar, que, sin duda, vamos a echar mucho de menos.
¿Qué palabras nos dejarías a las futuras familias Greenhouse?
A las futuras generaciones les diría que colaboren con el colegio, que trabajen en alianza con él, que apoyen su proyecto educativo. Yo soy una convencida de que, si ambos trabajamos en la misma línea, se logran mejores resultados en nuestros hijos. Y también me gustaría transmitirles que la mejor herencia que le podemos dejar a nuestros hijos es una buena educación y una firme formación valórica. Y para esto es necesario, creo, tener como familia, metas educativas que tienen que ir en la línea de la formación de los valores. Es muy bueno tener hijos buenos alumnos, deportistas, talentosos… si, es muy bueno. Pero creo que más les va a ayudar en la vida es que sean personas integras, responsables, perseverantes, honestas, respetuosas, trabajadores, veraces. Porque eso lo va a llevar a ser personas felices. En la educación no hay recetas, en realidad, porque todas las familias somos distintas, pero si hay criterios educativos que nos ayudan a tener un mejor resultado. Y en ese sentido, me gustaría decirles que aprovechen las instancias de formación para padres que entrega el colegio, sean las charlas, los talleres y cursos de orientación. Son instancias que hay aprovechar, oportunidades que nos da el colegio para prepararnos mejor como padres, todos queremos lo mejor para nuestros hijos, eso está clarísimo, pero no siempre sabemos la mejor forma de hacerlo. Y, por último, pero no menos importante, es acudir a nuestro gran modelo que es la Sagrada Familia, que por lo demás es el patrono de nuestro colegio, tenerlo siempre como guía, y acudir a ellos para que nos enseñen a educar para la vida, y tomarnos de su mano para que nos acompañe en este caminar tan lindo y enriquecedor que es la educación de nuestros hijos.