Noticias
Entrevista con Aurelio Fernández
Entrevista con Aurelio Fernández
Ingeniero industrial y profesor en distintos colegios. Lleva 3 años investigando este tema, de las influencias de las tecnologías en adolescentes y en la sociedad en general.
¿De qué trata la charla que nos expusiste?
A la charla en verdad no le he puesto nombre, pero sería algo así como: EN DEFENSA DE LA CONVERSACIÓN O LA RELACIONES EN UN MUNDO DIGITAL, CÓMO TRATAR LAS RELACIONES CON OTRO
Hace tres años, después de una conversación con un niño, -siempre me ha interesado investigar la adolescencia, y he estado muy metido, leyendo, todo autodidacta-, me di cuenta de la influencia real que tienen las tecnologías ahora en adolescentes, y después hablando con los papás de ese niño, también pude ver como a veces los papás no tienen herramientas o creen que no las tienen para enfrentar este tema. Fue una situación muy patente y dije, tengo que meterme en este tema para poder ayudar, poder influir en los demás. Entonces ahí empecé a estudiar por mi cuenta y llegué a una institución italiana muy interesante que estudia estos temas, entonces empecé a trabajar con ellos, fui a un congreso de ellos en México, y me he ido metiendo más en el tema y conociendo a gente que se dedica a esto afuera; acá en Chile no hay mucho, está todo en desarrollo.
¿Cómo darle la vuelta a lo negativo que se ve la tecnología hoy en día? ¿Cómo hacer que la tecnología sea algo positivo en nuestras familias?
¿Cómo darle la vuelta? Bueno, primero porque es necesario, sobre todo cuando uno piensa en adolescentes, aunque esto se lleva también a adultos. Me ha pasado en muchas charlas que los niños me dicen, oiga esto debería estar hablándolo con nuestros papás y mamás, no con nosotros. Y pienso que para los adultos también es un tema muy interesante, de hecho, la literatura esta dirigida para adultos no adolescentes.
Porque claramente todos lo usamos y a todos nos influye y hay números y estadísticas que uno dice, ¿cómo es posible que el niño pase 7 horas en el celular?, en los adultos son los mismos números, y pasa con todos los temas, ósea también es un tema para ellos.
Pienso que en todos los temas si uno enfoca todo lo negativo, eso es muy difícil que mueva a alguien, que a alguien lo ilusione. Cuando es un discurso positivo, enfocado en los temas que están en juego obviamente, eso lleva a que uno encuentre sentido, a que uno se interese, y que, por lo tanto, que uno asuma el reto de modo personal. A mí siempre me ha resultado esto, cuando es por el lado positivo. En vez de puras reglas, que eso al niño no lo mueven, sino más bien va a la guerra, las reglas ni siquiera mueven a los papás, entonces creo que de todas maneras el discurso tiene que ser positivo.
Como papás ¿cómo podemos afrontarlo?
Pienso en tres ideas.
1.- Hay que cambiar el foco y verlo de verdad de manera positiva. Ósea hay muchos problemas, sí es cierto, que se aíslan, que pueden estar jugando todo el día, que hay relaciones con los demás que son complejas a través de Instagram, de WhatsApp o lo que sea, que se puede meter a páginas prohibidas, que es un tema no menor, y que cualquier niño puede entrar; hay mucho peligro. Pero también dentro de esos peligros, cada uno de ellos es una oportunidad muy interesante que uno puede cambiar el foco y decir, tengo oportunidades para hablar con mi hijo y para educarlo. Hay peligros reales que antes no existían, pero que también pueden ser oportunidades reales para educar a mi hijo que antes tampoco existían. Entonces lo que logro, el resultado después de 18 años, por llevarlo a algo matemático, puede ser mucho más interesante. Para eso, la segunda idea…
2.- Uno tiene que meterse. Este es un tema importante, yo como papá tengo todas las herramientas para meterme, tengo que estar ahí, si no estoy, mi hijo tiene una herramienta que le puede perjudicar mucho. Pienso que hace mucho daño lo que podría hacer mucho bien.
3.- ¿Cómo meterse? Hablando. Hablando con los hijos uno se mantiene al día. La mejor respuesta, más que investigar y leerse y saber todas las explicaciones, es preguntarles a los niños, preguntarle a tu hijo de octavo básico, que es Snapchat. Y él en dos minutos nos podrá explicar todo. Basta con que me diga, mira es algo que uno manda, videos o fotos, a alguna persona y que son auto destructibles. Para que uno se haga la idea de que estilos de mensajes van por ahí. Que se destruyen a los segundos, bueno uno dice, nada muy bueno puede salir de eso. Pero en esas conversaciones pueden salir cosas muy interesantes. Plantear esos temas como grandes ideales, y temas positivos. Y planteárselo a ellos, cómo hacer para que la unidad familiar crezca, cómo hacer para que las comidas familiares, que están interrumpidas por el celular cada dos minutos, sean interesantes y sean atractivas, y de ahí pueden salir cosas concretas que variarán en cada familia, de dejar los celulares cargando en otro lugar, de restringir algunos horarios, etc., pero que salga de cada familia fruto de esas conversaciones.
Y esas cosas prácticas, uno como papa tiene que estar dispuesto a vivirlas en primer lugar, súper realista, uno es el primero que tiene que vivirlo, ósea si uno dice dejemos el celular a partir de las 6 de la tarde, eso nadie lo va a poder vivir, entonces no lo hagamos; uno puede decir, bueno en la comida no, porque eso todos pueden hacerlo, si no pueden hacerlo los papás entonces tenemos que cambiar. Uno puede evitarlo en la noche, en el auto, algo que se pueda hacer que sea realista, y dar el ejemplo.
¿Cuándo es bueno que un niño tenga celular?
No hay consenso. Hay que partir de eso. Varía mucho.
Con respecto a esta pregunta yo hice una investigación súper breve con el carnet de manejar, a qué edad se empieza o se debería manejar, y que pasa y como varia en muchísimos países. Ósea hay países que uno puede manejar auto a los 18, moto a los 14 y el país vecino, todo al revés, auto a los 14 y moto a los 18 años. Es híper convencional, podría ser a los 17 también, o a los 20. Bueno con el celular pasa prácticamente lo mismo, y pienso que mucho más marcado porque el efecto es distinto; pero decir una edad exacta no me puedo aventurar a decirla porque creo que no es prudente, ya que varía según la personalidad del niño, según la madurez, según el ambiente. Lo que yo personalmente haría es intentar retrasarlo lo más posible. Pienso que un niño de tercero básico no debiera de tener un celular, no tiene sentido eso sí que de todas maneras.
Pero ya en ciertas edades 6°, 7° y 8° básico yo las considero prudente para empezar a tener celular, y a esas edades, según el niño. A esas edades también les cuesta más lo temas sociales, de repente tienen que aprender muchas cosas y el celular puede ser una gran ayuda o un gran enemigo, por eso dependerá de cada niño y ambiente familiar.
¿Qué frase nos dejarías a nosotros los papás Greenhouse?
Que la tecnología ha provocado un terremoto digital, que se ha metido a todas las casas, es un tema muy importante a tratar y, como es un tema muy importante, hay que hablar de esto.
Si el celular lleva que el papá y la mamá hablen más con sus hijos en general, ya gran parte de la educación de los hijos está garantizada.